23.5.07

Al Aconcagua - Día 18

31.01.05 – Lunes – Plaza de Mulas

La tormenta continuó durante la noche, con viento y nevadas. No me preocupa mucho, pero varios se quejan que no durmieron por este motivo.

La humedad de nuestras ropas, llenas de nieve al acostarnos, se condensó en el interior de la carpa. El techo lleno de escarcha, y el handie goteaba, colgado en el centro de la carpa. Al salir, comprobamos que el cielo se presenta cerrado por completo, y aún nevaba. El viento enfría mucho, y al estar casi sin actividad física, debemos abrigarnos mucho. Sin embargo, el handie nos permite saber que la “Papa Lima” reporta cielo despejado en Nido de Cóndores. El pronóstico del clima se viene cumpliendo. Esta información resulta clave para poder planificar.

Como contamos con la generosidad de Cecilia y Malku, nos vamos a desayunar a la carpa. El brusco descenso de la temperatura hizo que se congelara el deshielo, y también el agua que se junta en la tarrina. Por lo tanto, resulta difícil obtener agua líquida, porque la nieve y hielo de las cercanías están contaminadas, obviamente.

Nos decidimos a hacer un porteo a Nido de Cóndores. Salimos muy tarde, a eso de las 12:30. Nos miran partir con extrañeza... A esa hora ya hay gente regresando. Den entre ellos, vemos a alguno que había quedado en Plaza Canadá cuando nosotros decidimos bajar. La tormenta les voló las carpas y sufrieron bastante. Ya se retiran de la montaña porque no tienen equipo en buenas condiciones como para intentarlo nuevamente.

En el camino, nos encontramos con un equipo de rescate que transportaba a un hombre. Entre ellos estaban el Cordobés y Fabián. Tenía las manos congeladas y la mirada perdida.. Por un rato no hablamos...

En la primera etapa llegamos a Canadá. Hicimos una parada muy breve, en donde seleccionamos los víveres que debemos llevar. Debemos rearmar las raciones, pues se alteraron los equipos previstos. Inmediatamente seguimos camino hacia Nido. El enojo me sirvió de motor, a cada paso un insulto “in péctore”. Después de varias paradas de descanso, descubrimos la casa rodante de los guardaparques. En realidad, en este caso, casa volante, pues llegó por helicóptero a su emplazamiento. Damos los últimos pasos hasta una piedra cercana, en donde había una imagen de la Virgen.

A sus pies dejamos el porteo, y sin siquiera sacar una foto, partimos de regreso. Nuestro tiempo de subida desde Plaza de mulas fue de 6:30 hs. sin tomar en cuenta los descansos. A las 19:30 comenzamos a bajar. Nuevamente lo hago con dificultades por el dolor en la pierna. En terreno plano o en subida no me molesta, pero en declive sí. Me siento muy cuidado por el resto del equipo. Si bien a partir de Canadá bajan un poco más rápidamente, Julián se queda conmigo, y me esperan para llegar todos juntos.

De cualquier manera, en dos horas estábamos tirando las mochilas dentro de la carpa de Malku y emprendimos el camino de la perdición y la vida fácil, o sea Geotrek y sus pizzas....

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