14.5.07

Al Aconcagua - Día 16

29.01.05 – Sábado – Plaza Canadá - 4.910 msnm

Durante la noche, el viento se intensificó hasta casi un temporal. Pedro se levantó varias veces (por lo menos tengo una vaga noción) durante la noche, para controlar la carpa. En realidad estaba muy cansado y dormí bastante. A las 08:02, voz de alarma: "A levantarse todos!" Trato de levantarme lo más rápido posible, a pesar de lo cual Pedro me apura. Con una bota interior y la otra exterior sin atar salgo a ayudar en ponerle más piedras a los faldones de la carpa para evitar que se vuele. A Edison le ataca una diarrea explosiva. Cuando Pedro comienza a buscar su campera no la encuentra. Revisa hasta que comprende que seguramente se voló, porque la dejó en el ábside. El viento que se colaba por debajo se la debe haber llevado en la noche.

Estaba rumiando su amargura cuando ve que la otra carpa tiene una varilla partida, y el sobretecho se había rajado. El ambiente se podía cortar!! Por otro lado, el viento arrecia. Por suerte el sol brilla y como estamos mas alto en la cara del Aconcagua que recibe el sol por la mañana, mas temprano ya nos calienta un poco.

Después de valorar algunas posibilidades, Pedro decide bajar a intentar conseguir otra campera, porque sin ella no es posible seguir ahí, ni por supuesto, ir montaña arriba. Esos pequeños detalles inesperados, pueden derrumbar todo un proyecto. Una campera, un calentador que deje de funcionar, una carpa que se vuela, una bota rota alcanza para hacernos bajar, a uno o a todo el grupo.

El resto de nosotros queda aguantando el campamento, muy literalmente, por cierto. Nos reunimos en la otra carpa, y compartimos cuentos, whisky y algo de comer.

Cuando alguien va a buscar agua (que queda lejos, y es escasa y de mala calidad), vuelve con la noticia que la cascadita se congeló en la noche. Como no hay nieve para derretir, tampoco tenemos muchas posibilidades de conseguir agua cerca..

En eso estábamos cuando Pedro nos comunica por el handie que en Plaza de Mulas hay “alerta roja” pues se aproxima una tormenta de un par de días, y que los guarda parques recomiendan bajar.

Lo comentamos con algunos de los que estaban en el lugar. Como siempre, hay quien escucha, y quien hace caso omiso, y cuando nos fuimos, quedaron varias carpas montadas y ocupadas en Canadá.

Rápidamente nos organizamos para desmontar las carpas. Dejaremos aquí algunos alimentos, combustible y equipo, para regresar después que pase la tormenta.

El frío y el viento dificultan mucho nuestra tarea, que a pesar de nuestro apuro, demandó más de una hora y media. A eso de las 14.45 comenzamos a bajar. Nuevamente estoy molesto por el tirón del tríceps. Le pido al resto del equipo que me dejen bajar solo más lentamente pero no aceptan. A eso de las 16:00 llegamos a Plaza de Mulas. El ánimo no era el mejor. Pedro, muy oportunamente había coordinado unos lomitos al plato en Geotrek, que fueron muy bien recibidos. Adentro del pub hace tanto frío como afuera, pero no sentir el viento en nuestros oídos es toda una fiesta.

Otro golpe de suerte fue que se compadecieron de nosotros, y Cecilia nos permitió utilizar una carpa comedor de Malku. Ahí nos instalamos muy cómodamente, mientras la nevada cambiaba el paisaje. A las 22:30 nos fuimos a acostar, muchísimo mas tarde que de costumbre. El disponer de sillas y mesa, una luz ambiente, etc, nos permitió un casi "trasnoche".

Chavy estaba durmiendo mal, por lo que cambiamos de lugar en la carpa. No sé si en realidad hay alguna diferencia en el piso, pero por lo menos hacemos el intento.

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